BCE

Uno de los motivos recurrentes utilizados durante los últimos años por las entidades financieras para justificar el recorte de gastos y el despido de miles de personas (Gráfico 1) ha sido su baja rentabilidad (Gráfico 2). Una supuesta baja rentabilidad motivada en gran medida por unos márgenes financieros lastrados por tipos de interés negativos. Tipos, por otro lado, inducidos por la aplicación de políticas monetarias llevadas a cabo por el Banco Central Europeo para reactivar la economía tras la crisis financiera iniciada en el año 2008. No obstante, habría que matizar que para ellos, todo lo que sea una rentabilidad por debajo del doble dígito es una baja rentabilidad, que en cualquier caso nunca ha estado reñida con la obtención de beneficios récord (Gráfico 3). Sigue leyendo