Dos años de reuniones han sido necesarios para negociar el XXIV Convenio Colectivo de Banca. Un convenio colectivo, suscrito entre los sindicatos CCOO, UGT y FINE y la patronal bancaria AEB, que ha entrado en vigor tras su publicación en el BOE el pasado 30 de marzo, y que, sin motivo alguno, condena a las personas que trabajamos en el sector bancario a una cuasi congelación salarial de 5 años, a un registro de jornada ineficaz y fraudulento, a un teletrabajo con un coste no compensado suficientemente y a una inexplicable pérdida de derechos laborales. A la par que renuncia a asuntos importantes como, entre otros, a la supresión de la categoría de acceso a la profesión, la recuperación de los ascensos por capacitación, a la correcta adecuación profesional del personal con funciones comerciales, a la participación real de las plantillas en los beneficios, así como a la incorporación de medidas más efectivas de conciliación y de corresponsabilidad, tan necesarias y demandadas hoy en día. Sigue leyendo
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